Acéptalo: estás solo al emprender

Mauricio Cabrera
3 min readAug 15, 2019

Decide que lo eres para lograr convertirlo en realidad. Emprender es atreverse a que el amor propio se eleve. Aunque la humildad es clave para prosperar en la vida, iniciar un proyecto siempre requerirá de saber gestionar dosis de optimismo constante que te lleven a seguir adelante. Aunque otros no lo comprendan. Aunque te digan que te sientes lo que no eres. Como cuando actúas como escritor sin haber publicado un libro. O como cuando actúas cual si fueras un influencer aunque no te conozcan millones. Si tú no lo crees, nadie más lo hará por ti.

La sociedad condena a los osados. Los acusa de creídos, de prepotentes, de vivir una fantasía de la que tarde o temprano terminarán cayendo. Y sí, la fantasía suele acabar reventando, pero cuando estuvo acompañada por la persistencia necesaria se rompe para dar paso a la realidad más que a la frustración. Hay que creerse lo suficiente como para nunca dejar de intentarlo y también hay que creerse solo lo indispensable para que nunca la actitud y la creencia de que somos algo que aún no alcanzamos acabe cegándonos hasta limitar nuestro logro a la actitud y a la cabeza más que a los hechos.

El entorno es más un lastre que un respaldo. Aunque al final de una historia de éxito se suele hablar de la paciencia y apoyo de familiares y amigos respecto al proyecto que consolidamos, lo cierto es que emprender es un acto más bien solitario. Muchas veces recibirás espaldarazos, pero más por compromiso que por convicción. Algunas otras te dirán que andes con cuidado, que te protejas por si acaso, que seas conservador, que no sueñes demasiado. Otras más notarás una supuesta emoción que a los cinco minutos habrá quedado en el olvido para dar paso a una plática intrascendente que se aleja de la adrenalina que tú sientes por lo que estás haciendo. Solo tú te vas a emocionar tanto por tu proyecto. No esperes que otros lo hagan. O no lo entienden, o no les gusta, o no lo sienten. Y eso no significa que no te apoyen, pero sí que tu nivel de interés siempre será diez veces más poderoso que el que otros puedan sentir por una idea que o no ha terminado por convertirse en realidad o apenas comienza a materializarse.

Ten claro que lo que te propongas siempre va a depender de ti. Y sobre todo al principio, cuando a la gente le cueste entender por qué estás apostando por algo que es lo que no solías hacer o por algo que presenta demasiados riesgos. El que notes la duda en la gente no representa que no te apoye ni que estén seguros de que vas a fracasar, es más bien que el convencimiento de que algo va a funcionar tiene que empezar por nosotros mismos. Sin importar lo que se diga, sin que nuestra autoestima dependa de lo que otros, por más cercanos que sean, opinen de lo que hayamos decidido crear.

Cuando uno emprende quiere contagiar de optimismo a los demás. Hacer que todos hablen de lo que estás haciendo. Que te animen para seguir adelante. Pero debes entender que la vida en ese entonces no habrá cambiado para el resto. Que la mayoría de las personas no materializan sus ideas. Y si ellas, te quieran o no, te envidien o no, te vean como competencia o como aliado, no están acostumbradas a creer en sus propias convicciones e inspiraciones, menos lo van a hacer cuando se trate de un tercero.

La gente no cree en el que promete ir al gimnasio, Ahí, si acaso, se esboza una sonrisa complaciente. La gente cree en el que regresa tres meses después con el cuerpo algo marcado a partir de la disciplina a la que se sometió en el gimnasio. Eso pasa con nuestros proyectos. Si en verdad pretendemos inspirar, hemos de ir y hacer lo que nos toca. Claro que se trata de creer, pero sobre todo crear. Si se combinan ambas, entonces los demás se interesarán en lo que haces, aunque quizás para entonces ya hayas entendido que la validación de tus ideas empieza por ti y que la audiencia que importa no es la de tu círculo cercano, sino la de aquella a la que en verdad va dirigido el proyecto que hayas decidido convertir en realidad.

Sign up to discover human stories that deepen your understanding of the world.

Free

Distraction-free reading. No ads.

Organize your knowledge with lists and highlights.

Tell your story. Find your audience.

Membership

Read member-only stories

Support writers you read most

Earn money for your writing

Listen to audio narrations

Read offline with the Medium app

Mauricio Cabrera
Mauricio Cabrera

Written by Mauricio Cabrera

Storyteller, escritor, conferencista y analista de nuevos medios. Hago un newsletter sobre marketing y medios. Tengo mi propio podcast.

Responses (1)

Write a response

En mi corta vida profesional, he emprendido solo 4 veces. En todas, siempre estuve solo.
Ahora que mi empresa ya empezó a despegar, veo que el arranque de un emprendedor, también depende el impulso que obtiene tras superar negaciones, críticas y…

--