Acepta la vida en nivel experto

Es mentira que será fácil. Que un día cualquiera decidirás que lo que otros opinen de ti no te importa. Que nunca regresarás en el tiempo lamentándote por no tener lo que otros. Es mentira que puedes ignorar, taparte los oídos y seguir como si nada. Mienten los que dicen que tienen la solución a tus problemas. Es más, ni siquiera la tienen para los suyos.

Más de una industria existe basada en la mentira. La de la superación personal es la más cínica de todas. Los que la hacen parten del ideal teórico más que de la experiencia de vida. No hagas caso de lo que otros digan de ti. Toma solo lo positivo, dicen después de una experiencia negativa. Si de verdad lo hiciéramos, si fuéramos por la vida quedándonos solo con lo positivo, entonces no asumiríamos nuestros fracasos ni aprenderíamos a lidiar con experiencias que de tan desagradables acabamos por convencernos de no querer volver a pasar por ellas.

Lo positivo ayuda a sobrevivir. Es lo que queda cuando todo parece ir camino al carajo. El agua cuando falta comida. La vida que resta cuando faltan ganas de vivirla. La esperanza que es lo último que muere. Pero es lo negativo lo que nos catapulta. Es la amargura de una derrota, y no el dulce que nos recomiendan ponerle a todo lo que hagamos, lo que nos convence de no estar dispuestos a seguir metidos en la mierda. Los ganadores aprenden a estar perdidos en la noche y a aprender de ello. Los perdedores dicen que ya mañana vendrá la luz, dejando así la llegada de mejores noticias al destino en vez de ponerla en sus manos. Es mejor que la luz no se encienda sola. Que seamos nosotros los que de una u otra forma encontramos el modo de ver donde antes no había más que oscuridad.

Los seres humanos hemos de aprender a sentirnos mal. A hacernos responsables y partícipes de nuestros errores. Tendemos a minimizar lo que hacemos mal. A pretender olvidar bajo la fácil etiqueta de la imperfección humana. Y sí, claro que hay que movernos hacia delante sin lamentarnos de lo que hemos hecho, pero no fallando en el acuse de recibo de aquello en lo que nos hemos equivocado una y otra vez. Crecer es reconocer que en la espalda llevamos tanto lo bueno como lo malo. Y es sobre todo la conciencia de lo malo la que puede llevar a que en el futuro no caigamos ni en la misma trampa ni estallemos el mismo problema.

Soy como soy, decimos. Tengo ese problema desde niño, nos defendemos. Si desde niño te han cuestionado algo y no lo has modificado, o debes dejar de verlo como un problema para estar orgulloso de ser quien eres o debes reconocer que has cometido el error de vivir justificando tus vicios como si no tuvieras voluntad sobre ellos. Hazte responsable tanto de la defensa de tu persona como de los fracasos que has perpetuado en tu vida.

Es válido vivir convencido de que aquello que todos dicen que está mal, para ti está bien. Si eso pasa, defiéndelo y dilo con orgullo. Pero no como una forma de esquivar tus responsabilidades, sino con la convicción de que tu persona ha decidido que ese convencionalismo no está hecho a la medida para ti. Configúrate como quieras. Sé como quieras. Pero asume tanto lo negativo como lo positivo. No huyas de lo malo. No te alejes de la mierda. Aprende a estar rodeado de ella, o incluso bañado en ella. Y encargarte de limpiarla. De recordar ese momento en que con tus manos y esfuerzo empezaste a quitarla. Nada de malo hay en mancharse. Mucho de útil hay en la capacidad de reconstruirnos.

Es mentira que será fácil. A estas alturas ya deberías saberlo. Las historias, tanto las que vives como las que consumes, tienen luces y sombras. Y al final te quedas con ambas. Una película de terror no se contaría completa si solo nos quedáramos con los que sobreviven y olvidamos a los que mueren. Una historia de amor no se contaría completa si solo mostráramos a la pareja reunida en vez de relatar los momentos de separación, de ansiedad. El viaje que tuvieron que pasar para terminar juntos. El que te pide que ignores lo que pasa a tu alrededor, que hagas como si fueras inmune a la mierda y que vayas por la vida diciendo que tú solo te concentras en lo bueno, te está contando una mentira. No caigas en ella. Vivir con plena conciencia de tus luces y tus sombras te hará vivir orgulloso de tu historia. Si omites la oscuridad, la historia de tu vida estará incompleta.