Dale una segunda oportunidad a lo desconocido
Aprende a mirar con respeto. A no descalificar la primera vez. A entender que lo que hoy parece no tener sentido puede acabar siendo la próxima tendencia, y que es posible que tú acabes en ella. Por convencimiento, por convicción o porque no te queda de otra.
Va más allá de un conflicto generacional. Tiene que ver con el confort y con el modo en que decidimos qué nos gusta y qué no. Abrazamos lo conocido. Tememos a lo desconocido. Y en esas configuraciones de blancos y negros dejamos pasar oportunidades de reinventarnos, de entender y de abrir nuestra mente para aunque sea cuestionarnos por qué a alguien, sea uno o varios los que se están atreviendo, se le ha ocurrido hacer algo diferente.
El primer intento suele recibir condena. Muchos no vuelven a Tik Tok después de descargarlo. Antes se toman el tiempo de borrar la aplicación que de darle una segunda oportunidad. Muchos vieron Bandersnatch diciéndose que detrás de ello había un experimento creativo que funcionaba solo como eso, que no habría espacio para más. A ambos, como a muchas otras novedades, se les condena al olvido hasta que un día esa tendencia que en cierto modo ha llegado como primicia se ha convertido en algo que muchos abrazan y que por ende te ha dejado atrás. Para entonces podrás sumarte pero marcar diferencia se habrá vuelto más complicado. Quizás, incluso, sea demasiado tarde.
Tik Tok no es un secreto. Primero te susurraron que era el próximo fenómeno, después te hicieron imposible evitar darte cuenta de ello porque ese contenido generado en esa otra plataforma que borraste de tu smartphone está ahora en la que tú consumes. Y si aún con eso no tienes suficiente, un día cualquiera te gritarán que te pongas a hacer contenido en esa plataforma porque todos lo están haciendo. Para entonces lo disfrutarás aún menos. Estarás perdido de verdad. No porque no entiendas, sino porque partirás de una batalla cuesta arriba. Ya habrá líderes y seguidores, ya todos hablaron de ello, ya no tendrás margen de maniobra para innovar. Te sentirás un frustrado pasajero de un tren que se ha ido. Con pocos likes cuando ya tener pocos incomoda. Con pocos seguidores cuando muchos ya tienen millones. Y todo porque decidiste que esas múltiples llamadas no eran para ti.
Bandersnatch fue más que un experimento para probar los niveles de involucramiento de un espectador con una historia. Fue más que finales alternativos. Fue más que una prueba para medir la ociosidad de la gente intentando descubrir los múltiples caminos. Sirvió como el detonante definitivo de una tendencia que ha tenido y tendrá nuevas producciones para adultos y niños. Y no solo en caricaturas o películas, sino también para que esos quizzes que tan elementales nos parecían de Buzzfeed se convirtieran en producciones que te llevan a elegir tu propio destino… o mejor aún en términos comerciales, a elegir tu propio platillo, tu propia vestimenta, tu propio gadget. En pocas palabras, a elegir aquello que quieres comprar y por lo que Buzzfeed, por haberte inspirado (o manipulado según lo decidas) cobrará la comisión correspondiente. Un negocio tan atractivo como para que Wal Mart decida que lo suyo además de supermercados es el desarrollo de tecnología. Un negocio que tú dejaste pasar porque no te dio la gana abrazar lo inesperado.
Prueba más de una vez. Y cuando lo hagas, piensa en qué pasaría si eso que hoy descubres tuviera la misma estructura, pero narrativa diferente. O qué de esa plataforma que hoy descubres pudiera llevarse a tus terrenos sin ser un intruso sino una solución que hasta entonces había permanecido oculto.
En la novedad puede estar la respuesta. Quizás no tal cual como te la están presentando. Quizás Bandersnatch te siga pareciendo un simple experimento. Quizás Tik Tok te resulte aburrido después de ver a cinco jóvenes bailando el mismo extracto de la misma canción. Pero detrás de ello, de su esencia, de alguna o muchas de sus partes puede estar lo que estás buscando. O abres los ojos u otros lo harán por ti.