Día 1: No te burles, México fue Arabia
Jueves 14 de Junio
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Cheryshev, el primer underdog de Rusia
No fue cuando quiso. Tampoco como lo soñó. Aún así, Denis Cheryshev es el héroe de la patria. Su carrera debió ser otra. Brillar en el Madrid. Ser parte de la generación de oro merengue. Firmar contratos millonarios. Pero las lesiones lo fueron marginando. También su alineación indebida en la Copa del Rey del 2015. La épica se agotaba. Los aficionados dejaron de valorarlo como joya para trasladarlo al promedio. Todos, menos uno. Su padre, Dmitri, quien días antes del Mundial aseguró que su hijo sería el mejor de Rusia durante el Mundial. Y sí, fue contra Arabia. En un partido que cualquier otra selección hubiera podido ganar. Pero fueron dos golazos. Dos festejos añejados de la promesa que nunca se hizo realidad, al menos no como pensaba. A veces el final es feliz, aunque no es como lo imaginamos. A Cheryshev le quedan años de futbol. A Dmitry, la certeza de un sueño cumplido.
El gozo petrolero
Descripción gráfica del Mundial. Putin estrechando la mano del príncipe heredero de Arabia Saudita. En medio, el balón. O la cabeza de Gianni Infantino que luce igual para efectos prácticos. La pelota entretiene al pueblo, pero es de los poderosos. Para Putin, Rusia 2018 es un grito al mundo. No de su pasión por el futbol, sino de su pasión por el poder. Para el príncipe Salman, un entretenimiento más. Como cuando al rey Fahd le dio por organizar un torneo con su nombre que juntara a las mejores selecciones del mundo y a la suya, lo que años después se civilizó para convertirse en la Confederaciones. La pelota, eso sí, respeta sus ideales. Sigue yéndose con los más habilidosos, tanto en la cancha como en los palcos.
México fue Arabia
Resiste. Sé que tienes ganas de burlarte. Que piensas que equipos como Arabia no deberían estar en el Mundial. Tan pobre fue el partido que ni siquiera los goles te hicieron valorarlo. Los árabes no generan empatía. Salvo por el pensamiento políticamente incorrecto de la multitud de mujeres, nada te llama la atención de ellos. Bueno, quizás que son el décimo país más rico del mundo. Pero en futbol no son nada. Tan mal juegan que Rusia se vio como potencia Mundial. Y entonces es natural que exijas que estos equipos se vayan para siempre, pero tengo que decirte algo, un día México fue Arabia. No una, varias veces. En la inauguración de 1930, perdió 3–0 contra Francia. En 1950, 4–0 contra Brasil. Cuatro años después, 5–0 otra vez contra los brasileños. En 1958, 3–0 contra Suecia. Si en ese entonces jugábamos los partidos inaugurales, no era por buenos, era por malos. Y sí, hemos mejorado. Ya empatamos con Sudáfrica. Ya estamos en media tabla. Pero antes, como buenos machos, jugábamos de Arabia.
El dedo de Robbie Williams
No me gustó su traje. No me gustó como se peinó. No me gustó su show. No me gustó la inauguración. No me gustó que no se arrancara la piel como en el video. Pero admiro a Robbie Williams. Lo admiro porque llegó a ese punto en que ni Vladimir Putin le impone. El ser humano en su faceta más libre va por el mundo haciendo lo que le da la gana. Y Robbie está ahí. Porque sólo alguien sin miedo le pinta dedo al mundo, o al futbol, o a Vladimir, o a Infantino, o a quien sea, porque a estas alturas ni siquiera tenemos certeza del destinatario. El timing tiene lo suyo en mi admiración por Robbie. Ni siquiera sé qué influyó más. Robbie en que me viniera a la mente el libro. O el libro en que idolatrara a Robbie. Lo que sí es que debería haber más dedos medios levantados en el mundo. Y también más personas leyendoThe Suble Art of Not Giving a Fuck. Después de todo, entre bombas, embargos y aranceles, ¿qué tanto daño hace un dedo medio al mundo?
“Alemania lo sabe, le toca la de Zagueee”
Ten cuidado con lo que deseas. Lo dice la sabiduría popular. Y atestigua Luis Roberto. A estas alturas nadie duda que cumplió su objetivo. Quiso poner en alta estima a su miembro. Lo consiguió como nadie. Porque ya no sólo es el antojo de una noche para la destinataria, sino el reemplazo del negro viril que tantas veces nos sorprendió en el teléfono. El pene de Zague destruyó el mito de la superioridad negra sobre los blancos. Pero no sólo eso, ya también es héroe de la patria. “Alemania lo sabe, le toca la de Zague”, cantan los mexicanos en Rusia. Por fin le pusimos cara al chile nacional.Hasta mañana
Mauricio Cabrera @macafut