El Casting
He puesto en marcha mi plan para pasarme al otro lado de la frontera creativa. Lo primero que tengo que hacer, además de dejar de estar haciendo las pinches listitas de productividad y emprendimiento que tanto domino como escritorsucho utilitario, es cambiar de amigos. Nada más de cómo se ven y se visten son mis dementores creativos. Reporteros como Clark Kent pero sin su faceta de Supermán, influencers pero de los que estafan con una sabiduría robada que no aplican para su pinche vida.
Miren a los Avengers. Esos weyes además de tener superpoderes, vestir capa, estar mamados o ser extraterrestres, se relacionan con puro freak como ellos para dejar claro que no son cualquier ser humano, que no son de nuestra calaña. Si entran a un bar, les notas de inmediato que no son cualquier pendejo. Te les quedas viendo, te cagas de pensar que seguro se viene una verguiza legendaria y te conviertes en un perrito chihuahua cualquiera esperando ser rescatado por estos weyes.
Los Avengers no se andan con mamadas. Les notas lo que son a millas de distancia. Con los creativos pasa lo mismo. Usan lentes de pasta gruesa, una barba mugrosa que bajo el éxito de su obra termina por verse chingona, se visten como si estuvieran disfrazados pero en vez de verse ridiculos se ven cabrones, igualitos a los Avengers. El que tiene estilo puede vestirse de lo que sea, menos de godín de tiempo completo, y va a seguirse viéndose…