Evita la aprobación

Que no te convenzan de no hacerlo. Que la resistencia de otros no sea la tuya. La búsqueda de aprobación es un peligro para tu proyecto. Nunca ganas. Siempre pierdes. Porque si alguien aprueba lo que haces, pronto te será insuficiente y buscarás que otro y otro más te diga que estás haciendo lo correcto. Si te rechazan, de inmediato querrás dar marcha atrás. Te convencerás de que lo que haces no vale la pena.

Deja que te descubran. Que los que tengan algo que decir lo hagan por propia voluntad. Y que a los que no les interesa pasen de largo. Nada es para todos. Ni siquiera la que para ti es la mejor de las ideas. Si expones a quien no debe o no quiere a tu proyecto, solo logrará contaminarte y, de paso, perderá su tiempo. Un juego sin victoria.

Piensa en la vida real. Ahí encuentras lugares que nunca visitarías. Y eso no significa que no tengan un futuro o que sean malos productos o servicios. Es solo que tú no los necesitas. Que no son para ti. Pero ni tú te desgastas emitiendo una opinión o mintiendo respecto a lo que para ti representa ni el establecimiento se devalúa solo porque tú has decidido que no es para ti.

Las redes sociales pueden ser tan buenas o tan malas como tú lo permitas. Si dejas que un video publicado sin comentarios y likes sea suficiente para alejarte de lo que quieres, entonces se habrán convertido en un arma de destrucción. Si entiendes que entre lo que sea que decidas hacer y la consolidación de ello hay una fase de descubrimiento para dar con la audiencia que quieres, esas mismas redes se transformarán en aliadas que te ayudarán a fortalecer esa idea que has estado trabajando.

Tanto si es un proyecto personal como uno profesional, no permitas que otros decidan qué funciona y qué no. Cree en tus propias ideas. Cree en tus posibilidades. El triunfo o fracaso no es más que un resultado. Lo que aprendas en el camino será lo que te acompañará por siempre. Construye experiencias, no murallas que te impidan realizarte.