Latinoamérica necesita ficción para entender la realidad

Son demasiados golpes de realidad. Un consumo excesivo de verdad que está aniquilando la imaginación, deteniendo nuestra oportunidad de ser creativos en medio de la crisis. Al conocimiento ahora se le ve desde el materialismo. Una oferta que promete soluciones mágicas y una demanda express que exige soluciones inmediatas a los problemas de siempre. El hallazgo de respuestas desde la más pura transaccionalidad. Pago porque me digas el camino. Te prometo enseñártelo a cambio de que hagas la mejor inversión de tu vida. La reflexión profunda condenada a la charlatanería del intercambio milagro de conocimiento.

Latinoamérica vive queriendo superarse. En los países que la componen está la promesa que se convierte en condena: estamos en vías de desarrollo. Y así se quedan, siempre en la espera de lo que les dicen que un día serán. Por eso no resulta extraño que el contenido de superación personal y el de crecimiento profesional en audio sea mucho más consumido en esta región que en Europa, como me lo ha contado Javier Celaya. Es, para muchos, una cuestión de dinero. Pero vamos, que también es una cuestión de pereza. Pasa que la ficción también da respuestas, solo que lo hace por una vía más enrevesada. Va de meterse a una historia que nunca ocurrió, de ponerse a pensar sin que la respuesta sea para dummies, de atar cabos para sacar nuestras propias…