La narrativa de tu emprendimiento

Mauricio Cabrera
3 min readJan 30, 2020

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Que tu visión no entorpezca la acción. Que el presente no acabe castigado por el futuro. Que tu sueño no sea tan grande como para que seas incapaz de encontrar el punto de partida. Aspira a todo, pero convierte esa película en escenas que debes ir grabando para completar tu gran obra. La llegada a la meta sólo será posible si te llenas de objetivos y emociones intermedias. Si entiendes el mínimo indispensable que necesitas para dar los primeros pasos.

La burbuja digital ha tenido sus costos. Si bien hay industrias que mantienen el optimismo de los inversionistas, la de los contenidos más allá de las grandes plataformas ha pasado del optimismo desbordado a la cautela excesiva. De las valuaciones por encima de los cien millones de dólares al remate por 5 millones de dólares. Como pasó con Mic. Como pasó con College Humor. Y como pasó con toda una generación de medios que acudió a fondos de inversión sin contemplar que ese dinero que llegaba se convertiría en la presión que o marcaría su destino o los sometería a un nivel de ansiedad tal que alteraría el crecimiento natural del producto.

Apuesta por crecer modularmente. Con tiempos, objetivos y recompensas claras. Piensa en un videojuego. En cómo empiezas siendo el entrenador de un equipo sin condiciones en el FIFA y vas incrementando tu nivel a partir de los logros y experiencias que acumules. O en cómo Mario desbloquea power ups conforme derrota enemigos. La ambición tiene un objetivo final: rescatar a la princesa o ser el mejor en la cancha. Pero la historia se desarrolla acorde al momento de tu personaje, a la narrativa que te permite vivir concentrado en el aquí y el ahora sin que la visión a largo plazo interfiera más que en la conciencia del objetivo final.

Existen dos caminos. El del crecimiento acelerado con mayor exigencia de retorno inmediato y el del crecimiento moderado con exigencia de retorno a largo plazo. La industria de los contenidos, y la de los medios en particular, tiende a la segunda. A desbloquear niveles según logros. A crecer modularmente. Más al estilo agencia, que se activa y desactiva de acuerdo a clientes vigentes, y menos al estilo medios, que incurre en costos fijos sin tener garantía de retorno.

Sueña y trabaja para el objetivo a largo plazo, pero concéntrate en objetivos intermedios que te sirvan para validar tu negocio y producto. Si antes la recomendación era mantener el foco, ahora se trata de diversificarte para evitar la dependencia hacia una fuente de ingresos. Pero en el camino deberás garantizar que cada uno de esos pilares que vayas construyendo tienen la fuerza suficiente para no ser canibalizada por la nueva y para sobrevivir aunque tu atención empiece a desviarse hacia un nuevo objetivo. Se trata de mantener y fortalecer el presente y de construir para el futuro. De un manejo en dos tiempos.

Que la estrategia no mate la acción. Gary Vee insiste en ello tanto para los grandes negocios como en creación de contenidos. El shortcut que te lleve a los grandes alcances es una posibilidad. Pero si no la tienes o no se abre esa puerta, encuentra las condiciones para crear, disfrutar y superar cada nivel reconociendo que en el producto y la madurez de su relación con la audiencia está la mejor narrativa posible para tu emprendimiento. Cuéntalo y disfrútalo nivel a nivel. Como en los videojuegos. Y como en la vida.

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Mauricio Cabrera
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Written by Mauricio Cabrera

Storyteller, escritor, conferencista y analista de nuevos medios. Hago un newsletter sobre marketing y medios. Tengo mi propio podcast.

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