Los jugadores que faltan en la eLiga MX

Mauricio Cabrera
4 min readApr 8, 2020

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Una intersección que no tendrá retorno. Un encuentro que reúne tradición y evolución para intentar crear un nuevo hábito. Un nuevo modo de disfrutar el futbol. La eLiga MX es también un encuentro de dos necesidades. El de los que necesitan llamar la atención con las manos porque el Coronavirus los ató de los pies. Y el de los que llevaban tiempo esperando un pretexto para que el nicho se hiciera mainstream. La eLiga MX será el primer gran gesto de transformación definitiva hacia el modo en que los mexicanos vivimos el juego. El futbol del pasado y el del mañana reunidos en un mismo tiempo y espacio para recuperar lo perdido y conquistar lo inexplorado. El pasado que se niega a estar en reposo y el futuro teniendo prisa por patear la pelota.

A los futbolistas les toca abrir una era que no será la suya. Por ahora el aislamiento patrocina el show. En esas horas de ocio que no se cubren ni con los millonarios presupuestos de Netflix y Amazon Prime Video, se hace atractivo ver a un futbolista destacado jugando como un gamer cualquiera. Sí por su nivel de juego. Pero también por el morbo que genera verlos con su uniforme de personas. Si a esos futbolistas les pones los colores de su equipo en la vida real y los pones a competir entre sí, la idea vuela. Por ahora y hasta nuevo aviso, veremos, debatiremos y disfrutaremos con el futbol de consola practicado por gamers comunes y corrientes, pero con una fama de futbolistas que hace posible que les prestemos unos cuantos minutos de atención.

Como solución inmediata funciona. Es incluso creativo, aunque ya se haya probado en otros mercados. Lo que tocará una vez que las puertas se abran y el encierro se termine, será recordar que el valor de los futbolistas profesionales está en la cancha y el de los gamers profesionales en las consolas. Para que el ingenio del momento se convierta en producto definitivo, debería incluirse a los que mejor juegan, aunque por ahora casi nadie los conozca. El producto perfecto incluiría al futbolista profesional haciendo pareja con el gamer profesional. Como pasó con el tercer lugar de Werevertumorro (el famoso con nivel aceptable de gamer) y Jetty (el desconocido con un nivel extraordinario de gamer) en la modalidad de celebridades en el Mundial de Fortnite. Unos ayudando a otros. Los primeros montándose a lo nuevo como oportunidad comercial y como salvación momentánea, y los segundos valiéndose de los conocidos para dejar de ser campeones anónimos. O de nicho, que no es lo mismo.

El futbolista convertido en entertainer. La cancha como el punto de partida para que sus héroes hagan negocio incluso sin una pelota en los pies. La NBA ha sido de avanzada. Sus jugadores inspiran la cultura callejera de los sneakers. La lucha libre siempre lo ha traído en la sangre. Con el Santo sin que los críticos lo acribillaran por combatir a los zombies en películas y con John Cena y The Rock haciendo lo que les viniera en gana sin que el deporte para ellos fuera un obstáculo. Toca a los futbolistas aprender a entretener. A sacar la frase simpática frente a todos. A ser los mejores en el juego, pero sobre todos frente a las cámaras y ante los micrófonos. Les servirá su entrenamiento como celebridades en redes sociales. A veces los que triunfan en el negocio no son los de máximo nivel. Como prueba Beckham en el futbol. O Ninja en los eSports. Se busca al equipo campeón, pero sobre todo al mejor entertainer importado de la cancha.

La eLiga es una oportunidad bien aprovechada. Un remanso para los que estamos urgidos de futbol aunque se juegue con las manos. Una ocasión única para que los futbolistas descubran si en su futuro puede haber algo más que la dirección técnica o la zona de comfort del análisis deportivo. Y una puerta abierta para que los que sí son profesionales con el control en la mano reciban de una vez por todas la atención del aficionado en su transición al futuro. Incluso para el futbol de verdad, tan intocable en su esencia por el amor de millones, será una invitación a replantearse su alianza histórica con la televisión. Si con dos tiempos de seis minutos resultara que la audiencia en verdad se entretiene, se apuntaría un éxito la eLigaMX, aunque implícito fuera un mensaje contundente: los viewers ya no están para noventa minutos a menos que les garantices el espectáculo.

Se aplaude el experimento. Se construye por fin algo más que una activación del medio tiempo o una invitación a sentir tu liga. Por una vez los equipos se han puesto de acuerdo. La eLiga es un producto que algo de interés generará en la audiencia, que alguna oportunidad comercial habilitará y que permite testear el futuro sin provocar revoluciones. Tres pilares atendidos. Lástima que los tiempos llegaron antes. Y que salvo Chivas, ningún otro equipo estuviera verdaderamente listo para detonar una modalidad que al tiempo que se valiera del arraigo de los futbolistas consagrados, presentara a gamers profesionales para llevarlos a los trending topics y a las pláticas en sociedad. De haberlo hecho, una buena idea para matar el encierro se hubiera convertido en el punto de partida para que los equipos se convirtieran en marcas con atletas de alto rendimiento en la cancha y en las consolas a ojos de millones de aficionados. Ese gran paso quedará pendiente. Queda entretenerse y apoyar a nuestro equipo.

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Mauricio Cabrera
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Written by Mauricio Cabrera

Storyteller, escritor, conferencista y analista de nuevos medios. Hago un newsletter sobre marketing y medios. Tengo mi propio podcast.

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