Los medios deportivos se mueren de entretenimiento (del mismo entretenimiento)
Para entender la crisis de los medios deportivos no hace falta más que ver a Bart Simpson. A esa sabiduría premonitoria que llevó a la serie de Matt Groening a anticipar la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la rifa del avión presidencial que es apenas equiparable a la rifa del elefante Stampy que termina siendo entregado a Bart y la goleada de Alemania frente a Brasil, habrá que sumar el modo en que pronosticaron que los medios deportivos terminarían por morirse de entretenimiento.
En el doceavo episodio de la quinta temporada de Los Simpson, Bart es contratado como asistente de producción en el show de Krusty, el payaso. De forma accidental, Bart destruye toda la escenografía y no atina más que a decir “yo no fui” frente a una audiencia que no tarda mas de un segundo en reaccionar con una risa estruendosa que termina viajando por todo Springfield para convertirlo en la figura del momento. Bart lo disfruta en un primer momento. Se fastidia tiempo después pero sigue porque ha encontrado la llave de la fama y el éxito: decir “yo no fui” a la menor provocación. Hasta que un día deja de dar risa. Y entonces todo se acaba. Como les está pasando a los medios deportivos. Como le está pasando al futbol en su agenda reiterativa.