El del 5: storytelling para los que se quedaron sin Mundial

Mauricio Cabrera
4 min readJun 13, 2018

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Mundialistas (y sobre todo no mundialistas):

Ya deben intuirlo. Si juego, pienso y escribo con el del 5, seguro que quisiera estar en el Mundial. Pero no. No estoy en Rusia. Vaya, ni siquiera en México. Al escribir estas líneas estoy en Los Ángeles, donde muchos quisieran estar, pero no en estos tiempos en que el único pase de abordar que vale es el que te lleva a Moscú. En estas fechas, ir al aeropuerto sin que sea para ir al Mundial es una mentada de madre en toda la extensión de la palabra. Fuerte, contundente, directa. De esas que no puedes ignorar.

Las Copas del Mundo me traen problemas. De local y de visita. Hace 8 años, en Sudáfrica, acabé en una patrulla por haberme querido dar a la fuga cuando me estaban deteniendo por exceso de velocidad. Juro que no fue a propósito. No entendí las señas que el policía me hizo para que me detuviera. En mi defensa, no iba vestido de policía. O más bien, los colores de la policía de allá no eran los de la de México. Tres veces me han subido a una patrulla, una en otro país. Gracias a Sudáfrica ya soy un delincuente internacional.

Mis problemas no siempre son cromáticos. O sí, pero depende la interpretación. Porque hace 4 años no acabé en una patrulla por creer que un policía no era policía, pero sí traicioné a la patria, según Héctor González Iñárritu. Supongo que la imaginación cinematográfica se trae en la sangre. De confundir a traicionar. Fui de mal en peor. Sangré el verde, el blanco y el rojo de México, casi mato al águila que está devorando una serpiente y todo por grabar desde una rendija para que la afición viera el once inicial de México contra Camerún. Me vetaron, me desterraron y entonces escribí el “Todos somos putos”, la columna de la que más se habló en México durante Brasil 2014. No hay épica sin crisis existenciales.

Y ahora aquí estoy. Sin Mundial y sin Rusia. Pero como cada Mundial, otra vez con problemas. De Sudáfrica me repuse negociando con la policía. Aclaro que no fue bajo el método de la mordida. Sí lo intenté, pero dado que también quise grabarlo al momento de hacerlo, el plan se me vino abajo. De Brasil, con una columna que escribí inspirado en mi celda. No es que estuviera en la cárcel por haber sido vetado, pero durante mes y medio me tocó dormir en un hotel tipo One, de esos en que te sientes más enjaulado que Nelson Mandela en Robben Island. Y de Rusia, o de no Rusia, aún no sé cómo me sobrepondré, pero sí que se me ocurren algunas ideas. Como ésta, que es generar un newsletter que más bien será una cadena de reflexiones propias y ajenas. Una especie de “me quiere-no me quiere” a la vida sin Rusia que al menos como experimento me dará algo más en qué pensar que en mi sedentarismo. Pensándolo bien, dado que muchos irán a Rusia a decir que cubrieron el Mundial sin hacer realmente nada más que armar Instagram Stories de sí mismos, lo que se me presenta es la oportunidad de decir que cubrí las elecciones presidenciales. Un logro más a mi curriculum.

Poniéndome serio, como la vida se ha puesto conmigo, a últimas fechas, el del 5 es una reacción creativa. Una respuesta de mi cerebro a la insatisfacción que me genera no estar en Rusia. Diario, durante la Copa del Mundo, yo te enviaré un correo con 5 cosas, y caigo en el genérico porque esos 5 elementos pueden ser cualquier cosa, la descripción de una imagen, un análisis apasionado sobre un partido, una reacción, un dibujo, un poetuit… lo que sea. Y no sólo eso, quiero que tú seas más que un lector o consumidor de contenidos. Quiero que también veas el del 5 como ese espacio en que tú puedes crecer la cadena. Digamos que yo doy cinco toques a la pelota. Con esos cinco puede ser suficiente para llegar a la portería rival, pero también puede ser que necesitemos del trabajo en equipo. Que tú quieras sumar un toque, que tu amigo quiera sumar otro, que un desconocido complemente. Y así hasta que la cadena de cada día termine. Algo es seguro, diario la pelota será tocada al menos 5 veces, el resto depende de ti.

Gracias por ser parte de mi proyecto para ser un mundialista legítimo. Dado que me quedé en México tengo mucho de qué hablar… si tú también, contribuye a la conversación diaria. El del 5, con él juego, pienso y escribo. (Yo sé que tú también)

Mauricio Cabrera

Si a Maradona le cortaron las piernas, a mí me dejaron sin Mundial (por fortuna, no pudieron cortarme las manos con las que escribo).

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Mauricio Cabrera
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Written by Mauricio Cabrera

Storyteller, escritor, conferencista y analista de nuevos medios. Hago un newsletter sobre marketing y medios. Tengo mi propio podcast.

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