Mi guerra contra la excitación inmediata

Mauricio Cabrera
4 min readDec 1, 2017

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Esta vez será distinto. No dejaré de escribir. Ni ahora ni nunca. Pero tengo que cambiar la estrategia. En Medium y en la vida. Ser menos artista y más un growth hacker. Porque si no seré el que escribe bien, pero nunca vende. Y porque aunque escriba bien, habrá otros mejores o peores que sabrán hacer negocio donde mis palabras no tuvieron más que desahogo. Lo mío será intentar sin conseguir. Lo de ellos, una meta cumplida. A veces no se trata de ser el mejor, sino de oler las oportunidades. De transformarlas en realidad.

Publiqué diario durante dos meses en Medium. El experimento cumplió con su objetivo. Me demostré que podía ser recurrente. Que tenía la capacidad para meterme al gimnasio de las palabras y sacarlas incluso cuando no tenía ganas. O para decirlo en términos creativos, cuando no estaba inspirado. Se sintió bien comprobar que un teclado y mis manos acaban entregando algo. A veces bueno, a veces regular y a veces malo, pero es que hasta Jordan fallaba disparos en una mala noche. Para él, esas fallas formaron parte medular de lo que fue. Porque lo llevaron a mejorar, a practicar más y a esforzarse por cada vez tener menos errores. Más vale saborear la amargura del fracaso que lo insípido del esfuerzo no hecho. Hay valentía detrás del que muere intentándolo.

Seguiré escribiendo en Medium. Y también seguiré escribiendo diario, o casi diario. Pero no sólo aquí. Porque Medium como plataforma no despega. Y dudo que lo haga. Porque mientras escribo textos acá dejo pasar la oportunidad de aprovechar un vuelo como en el que estoy justo ahora para tener un boost de productividad y escribir un libro de fácil digestión que pueda acabar a la venta en los mostradores de Urban Outfitters. Aún no sé si soy escritor o no. Ahora estoy algo más convencido que sí. Dejé el sedentarismo del futbol para abrirme a temas que me alimentan más. La creatividad, la competencia, el emprendimiento, la superación personal, el humor y hasta el non sense. Todo entra en el futbol, pero no todo es el futbol. No es casualidad que las máximas piezas literarias en torno al futbol no hayan sido realizadas por periodistas deportivos, sino por hombres que se especializan en la vida y a partir de ella, como una posibilidad, derivan en el futbol. Villoro, Sacheri, Galeano y los demás, entendiendo por los demás a los que ven obsesivamente futbol para entregarse a discusiones prefabricadas de tan alto rating como de escasa materia gris.

Pero también tengo la inquietud de publicar un libro. Me digo que si no tengo cuando menos uno, no soy un escritor. Ya sé. A estas alturas cualquiera publica un libro, pero ese cualquiera aún no me incluye. Es tan fácil que una serie de dibujos se lanzan a la venta y se convierte en un éxito comercial. Tan fácil que cualquier youtuber escribe su receta secreta para alcanzar el éxito, trabajo que en realidad acabará siendo obra de los mismos guionistas que lo hicieron grande en video. Tan fácil que no lo he hecho. Por perder el tiempo en esfuerzos aislados, por no construir puntos de partida que hagan que lo que toque se convierta en oro, por estar concentrado en el meme más efectivo del América-Cruz Azul o por estar peleando en corporativos cuando lo que pretendo es libertad. Ha sido fácil para cualquiera, no para mí. Un escupitajo directo a la cara. Mierda.

En ese prueba y error de treinta y cuatro años, he decidido volver a transformar mi dinámica de trabajo. Sé que será lo mejor para todos, incluso para ustedes. En los próximos días, empezaré a dividir los textos en publicaciones aquí, en Medium. Ya tengo los nombres y el concepto general, pero quiero aterrizarlo antes de compartírselos. También abriré el “Nutsletter”, newsletter mensual que traerá recomendaciones de libros, series, documentales, y en términos generales de cualquier producto creativo que haya contribuido a mejorar mi vida. Prometo que no habrá spam. Un correo al mes y nada más. Confieso que lo hago por mí más que por ustedes. Detrás de un newsletter hay un gran ejercicio de introspección para quien lo escribe. El repaso que ayuda a procesar lo vivido. Si ustedes lo ven, lo comparten y lo atesoran, será beneficio añadido.

Los días que no publique en Medium estaré trabajando en mi proyecto de primer libro. Lo necesito para sentirme escritor. Para que después venga el segundo, el tercero. Y después, la libertad en todas sus formas. Ya tengo un borrador. He descubierto que el tedio del avión me inspira. O creas o te haces pendejo. Por fin se me está dando más lo primero, tengo que aprovecharlo. Les contaré más cuando lo tenga listo.

Internet llama al exhibicionismo. A la excitación instantánea. A la del like inmediato para la mujer que necesita subir su ego a través de una foto con poca ropa. A la del clap para el escritor que quiere sentirse validado. A la de la viralidad para el breaking news sin información confirmada, pero con el único valor de haber sido redactado antes que los demás. En eso se ha ido toda mi trayectoria. Desde el 2002 hasta ahora. Por eso necesito construir en silencio, fuera del censo extenuante de las gratificaciones en todas sus formas, de la presión de hacer para hoy lo que dejará de tener trascendencia unas horas después. Necesito espacio y privacidad. Como una película, como una revista, o como un musical. Que la gente deje de ver los ensayos y vea la puesta en escena completa.

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Mauricio Cabrera
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Written by Mauricio Cabrera

Storyteller, escritor, conferencista y analista de nuevos medios. Hago un newsletter sobre marketing y medios. Tengo mi propio podcast.

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