Quítale el zoom a tu vida

Se trata de entender el porqué. De ir por la vida motivado por las razones más que por los genéricos. No hagas lo que te dicen porque sí. No aceptes que un trabajo lleve tu vida al rumbo que un organigrama dicte. Elige tu camino con tu filosofía de vida al volante. Lo que quieres, como lo quieres y, sobre todo, por qué lo quieres. Con ese punto de partida acabarás estando bien.
La inspiración no surge de las actividades, surge de las motivaciones. Si llega un momento en que devoramos con voracidad historias de hombres y empresas del pasado no es porque queramos saber lo que hicieron, que en algunos casos ya lo sabemos, sino por conocer qué ideas, pensamientos y procesos fueron los que los llevaron a trascender. No es, por lo general, una historia feliz. Hay quien se motiva a partir de la carencia. Otros a partir del deseo de revancha. Algunos más a partir del orgullo, o incluso del dolor. El hombre es capaz de crear genialidades desde los más variados detonantes de motivación.
Motivaciones aparte, lo que los incorpora a un mismo círculo es que identificaron un objetivo que no se encuadra en una actividad, sino en un objetivo que trasciende en un espacio y circunstancias determinadas. Se decidieron a conseguir algo y se comprometieron con pasión al proceso que ello implicaba. Sí, claro que tuvieron el resultado en mente, pero fue su modo de convertir el camino en parte de su vida lo que los llevó a que la suya fuera una misión cumplida.
Son tiempos en que los seres humanos somos más desechables que nunca. No solo consumimos en exceso, también existimos en exceso. Hoy el periodista de cincuenta años compite con el que genera contenido desde los trece. A la experiencia se le mira como un sinónimo de costo y obsolescencia más que de prestigio. El costo de nuestra historia incomoda. Sale más barata la hoja en blanco que es un becario. A las marcas les gusta más lo nuevo que lo viejo. Lo que brilla que lo que ha ido apagándose. Y el storyteller experimentado quizás no lo sabe, pero es él mismo el que se ha condenado a partir de no haber entendido que su función nunca debió consistir en un genérico sino en un campo de acción que de haber sido identificado lo hubiera puesto a salvo del peligro de extinción.
El hombre vive en un zoom. Si fuera una presentación de Keynote, vería solo una palabra de lo que el slide contiene. Y es ese exceso de zoom y de encasillamiento el que lleva a que no vea las alternativas que siempre han estado ahí para él. Si un médico un día se ve en problemas, tendría que entender que lo suyo no es solo curar gente a partir de la medicina, sino que su filosofía y capacidades podrían enfocarse a curar la gente por cualquier vía posible. O a procurar su bienestar desde cualquier ámbito. De ese modo, aún quedando fuera de un consultorio, podría encontrar un nuevo modo de vida. Si un narrador de futbol deja de pensar que lo único que sabe hacer es analizar el futbol con la palabra a través de un micrófono y una cámara y en cambio visualiza que lo suyo es el futbol en toda su experiencia, habrá encontrado muchas nuevas maneras de enfrentarse a su problema. Como industria, a través de los medios escritos, como anunciante, como fotógrafo, como un analista en cualquier otra plataforma. Las soluciones son muchas cuando ampliamos nuestra visión.
Que tu mirada no esté supeditada a lo que te dice un organigrama. No te sientas incapaz de hacer algo solo porque en tu oficina te han pedido que ese tipo de tema los canalices a otro departamento. No te pongas límites. Si estás en una industria, mírala en su plenitud, no desde el cargo específico que se te ha asignado. Mira todos los puntos de vista. Mira las funciones que se requieren. Piensa en el cargo que no ha sido diseñado. En la necesidad que no ha sido resuelta. Si eres capaz de quitar el zoom, descubrirás un mundo que antes te habías negado. Entiende el por qué de lo que haces. Convéncete de él. Abrázalo con pasión, porque tu devoción por una industria y tus motivaciones pueden más que cualquier persona que un día te diga que tu carrera está terminada.