Razones para ver Glitch en Netflix
Esta vez acabé sorprendido. Porque Netflix casi siempre se alimenta del de boca en boca. Llegan y te dicen que veas House of Cards. Que Orange is The New Black vale la pena. Que la serie de Jessica Jones no es muy buena, pero que debes seguirla aunque sea por verla a ella. El de ahora fue un hallazgo independiente. Y disfruté ese rol. El de poder llegar a recomendar una serie a mis amigos, el de abrir una invitación para que en próximas comidas se hable de la serie que he planteado. Como soy ambicioso, no me conformo con ellos y dejo estos puntos para que ustedes, como yo, destinen 6 horas de su vida a ver Glitch. Aquí entenderán por qué funciona.
1.El concepto: Glitch ataca de inicio dos de las grandes aficiones de la audiencia actual. Se acerca al mundo de los zombis, que por más visto que esté sigue gozando de millones de adeptos, y se monta con buen timing en la inercia del misterio y lo paranormal que permanece en el ánimo de los usuarios de Netflix después de las altas dosis a las que nos sometió Stranger Things.
Más que para la serie, que en realidad fue estrenada el 26 de octubre del 2015 en Australia, el reconocimiento debe ir para Netflix, que a partir de su algoritmo y del efecto masivo de Eleven en la memoria de la audiencia, detectó la oportunidad que le representaba Glitch para mantener a los usuarios en el mood de lo inexplicable, del vínculo entre el mundo real y el de los imposibles. La lanzó globalmente el 16 de octubre y ya anunció que ha firmado un acuerdo con ABC, productora de la primera temporada temporada, para realizar la coproducción de la segunda.
La de Glitch es una historia simple. Un policía recibe una llamada alertando la presencia de personas desnudas en el cementerio de Yoorana, un pueblo imaginario en Australia. Pronto descubre que seis personas muertas en distintas épocas, entre ellas su esposa, han salido de su tumba en perfectas condiciones de salud y con la edad en que habían perdido la vida.
Comienza entonces una búsqueda de explicaciones y descubrimientos. Para James Hayes, se trata no sólo de encontrar la verdad, sino de elegir entre la esposa que creía muerta y la mejor amiga de ella, que es ahora su esposa y futura madre de su hijo. Para los difuntos con vida se detona la urgencia por recordar cómo murieron y las preguntas sobre el porqué han vuelto a nacer.
2. Perfil de los personajes: en Glitch no existen buenos ni malos. Al menos no del todo. James Hayes es un policía que ha sufrido por la muerte de su esposa, pero que se ha recuperado casándose y embarazando a la mejor amiga de ella. Cuando encuentra a Kate como una de las personas que renacieron, no es capaz de mantenerse alejado. Por contra, se cuestiona continuar con su relación pese a que Sarah, su ahora esposa, está a unos días de dar a luz.
En este triángulo todos reaccionan a favor de sus intereses. James no quiere renunciar a ninguna. Dobletea. Sarah intenta librarse de Kate y ésta se lleva a James a la cama sin el menor remordimiento. Vuelve para exigir su casa, su perro y su marido.
El resto es semejante. El héroe de guerra que pronto descubrirá la historia extraviada de su amor prohibido. El viejo alcalde racista que acabará exhibido por su propio pasado, el fugitivo que murió colgado y no entiende por qué ha vuelto pero que acabará llevando a la cama a la doctora con la que acude James para que haga las revisiones médicas.
3. Flashbacks: la historia está bien diseñada para viajar al pasado. Ese recurso, capitalizado en Mad Men cuando Don Draper recuerda cuando aún no era alguien reconocido en el mundo de la publicidad o por Orange is The New Black cuando se conoce la historia que llevó a la detención de los distintos personajes, funciona bien por la variedad de épocas y circunstancias a que refiere. Si el presente cae en intensidad, se acude a la memoria para mantener viva la sensación de descubrimiento, satisfecha a través de asesinatos, violaciones a códigos sociales y violencia.
4. Aislamiento: no están en una isla como en Lost, pero igual se produce la sensación de abandono ante la imposibilidad de los renacidos de salir del pueblo. En cuanto lo intentan, por cualquier frontera, sus ojos empiezan a sangrar y su cuerpo a debilitarse. De seguir adelante, acaban convirtiéndose en ceniza, como se verá en uno de los casos.
Este encapsulamiento es necesario para que la historia fluya. Funciona. Es una de esas historias que requiere a sus protagonistas concentrados en un mismo entorno para mantener viva la adrenalina de que en cualquier momento llegará una revelación o una traición que voltee a uno de los renacidos en contra del resto.
5. Número de episodios: es ventaja y desventaja. La primera temporada tiene sólo 6 episodios de una hora. Ideal para verla en una o dos sentadas.
En conclusión, Glitch no es Stranger Things. No tiene personajes que provoquen empatía y la historia no fluye con el mismo nivel de intensidad, pero funciona como complemento. La considero una serie puente, es decir, que sirve como un pasaje tranquilo entre lo que nos dejaron Eleven y sus amigos y lo que vendrá con la próxima gran serie para cada uno, que en modo light podría ser Club de Cuervos para los futboleros.
Muchos ya pensamos en 2017, en el estreno de la quinta temporada de House of Cards, que seguro se dará a mediados de marzo. Queda, mientras tanto, reconocer estos pequeños ganchos de Netflix para mantenernos atrapados. Glitch me gusta. Por su historia y por mis miedos a la muerte. La idea de renacer no suena mal para los egocéntricos que quisiéramos no tener fecha de caducidad.