Si lo decides, respétalo

Mauricio Cabrera
6 min readFeb 21, 2019

--

Busca tanto como quieras pero quédate una vez que hayas decidido. La ansiedad crece cuando no se permite ni la pausa ni la aceptación. Si aceptaste estar en un lugar, ponte un plazo para estar ahí. Y que sea inamovible, que nada te perturbe. El canto de las sirenas nunca ha sido buen augurio. Dale credibilidad a tus decisiones. No dejes que las circunstancias te definan.

La tranquilidad pasa más por nuestra capacidad de tomar decisiones que por lo arbitrario de la vida. Dado que nosotros decidimos qué nos importa y cuánto nos importa, está en nosotros cubrirnos de templanza ante las tentaciones que pudieran llegar. Se trata, ante todo, de respetar lo que un día elegimos. De darle sustancia y comprensión al qué y al por qué de lo que decidimos hacer ayer, aunque hoy llegue una propuesta a convertir en duda lo que hasta hace un momento era certeza. Estar disponible o no estarlo es una decisión personal más que del entorno. Cuando lo entendemos ganamos calma.

Las sensaciones son más peligrosas que las realidades. La tecnología provocó que vivamos pensando en todas las opciones que tenemos. Y dado que tenemos muchas, a las que tomamos las valoramos poco. La abundancia no solo hace difícil elegir, lo que ya en sí mismo genera ansiedad, sino mantenernos firmes en lo que decidimos. Las relaciones personales como ejemplo. Con Tinder, Bumble e Instagram, que es como las dos primeras pero socialmente más aceptado, se incuba en nuestra cabeza la capacidad de sustituir en cuanto queramos. Si una persona falla, hay millones a un swipe de distancia. Y lo mismo pasa con el trabajo. Ahora no hace falta buscar para encontrar. Si vas a LinkedIn, verás cada cierto tiempo alguna propuesta que cuando menos te robe dos minutos de atención. Si estás en Facebook, en algún momento un amigo escribirá que necesita que le den un contacto experto en determinada área, y entonces estarás tentado a aplicar. Más allá de si lo haces o no, tanta alternativa en el camino alimenta la inestabilidad. Se mezcla el ruido de las opciones con la naturaleza imperfecta de las decisiones que tomamos. Así como puedes ignorar diez alternativas cuando todo va bien con lo que elegiste, inevitablemente llegará el día en que se mezcle lo atractivo de lo nuevo con lo frustrante de lo ya conocido.

Nunca antes la capacidad de filtrar había sido tan importante. Pasa con las noticias, donde más que enfrentarnos al desafío de encontrar historias, tenemos que luchar a diario por saber cómo invertir el poco tiempo que tenemos para ese fin en las historias que de verdad nos convengan. Pasa con el amor, donde más que seguir buscando alternativas deberíamos ser capaces de cultivar lo que ya en su momento elegimos. Y pasa con el trabajo, donde el desafío es ponernos cera en los oídos para evitar que un día cualquiera los susurros que llegan desde todos lados se conviertan en una inestabilidad que impida disfrutar el presente.

La paciencia es clave. El trabajo por objetivos. La capacidad de análisis. No está mal querer ascender en lo profesional. Tampoco pretender leer todo lo que se cruza por tu camino. Pero hay tiempos y circunstancias que respetar. Y más que a ellos, a ti como persona. Si eres capaz de ponerte deadlines, si valoras tu tiempo y decisiones, si quieres estar en calma, acepta tus decisiones con todo y las letras chiquitas que tú más que cualquier otro deberías tener claras. Que el cambio sea una decisión pensada, no un impulso movido por ser víctima de las circunstancias.

Juega a cualquier hora. Juega donde sea. Juega sin obsesión por ganar. Hazlo porque sí. Porque te gusta. Y porque amas el proceso incluso más que un buen resultado. Si en verdad eres creativo, te importará más hacer que recibir aplausos. Vivir poniendo manos a la obra, nunca en la procrastinación. Tampoco a la espera de aprobación.

Se trata de ganar confianza. Y la seguridad en uno mismo se gana haciendo con libertad más que con la presión de agradar. El enfoque en el proceso legítima; el enfoque en el resultado encadena. Una idea nace siempre como una emoción. La que te alegra. La que te esperanza. La que te irrita. La que te encela. Una idea tiene vida garantizada a partir de tu propia convicción. Si te provoca un sentimiento, sea cual sea, significa que está viva. No sé sabe si para todos, pero lo más probable es que si te gusta a te mueve le guste o le mueva a unos cuantos más. O no, pero incluso si esa idea fuera tan poco popular que no tuviera más que un elemento de satisfacción personal, valdría la pena hacerlo. El que crea para sí se divierte. El que crea pensando en otros trabaja. Uno es creativo, el otro termina por ser mercenario.

Cuando amas el proceso el resultado está garantizado. Entiéndase por proceso la claridad de etapas. El comienzo, el desarrollo y el final. Pasar del punto A al B con toda la satisfacción que genera impedir que una idea nazca y muera en la misma regadera. La misión cumplida debe partir de lo individual. De ese checklist con el que podemos calmar nuestra ansiedad creativa sin que para sentir que la cumplimos dependamos de gustos y voluntades de terceros. Es el triunfo del individualismo, una de las más profundas manifestaciones de realización personal.

Austin Kleon nos manda de regreso a la infancia. Sugiere que volvamos a ser los de entonces. Que dejemos que nuestra imaginación decida y nuestras manos ejecuten. Que lo hagamos porque sí. Porque nos gusta. Porque nos motiva. Porque nos divierte. Y que lo hagamos sin pensar si lo que estamos haciendo acabará expuesto en un museo, publicado en un libro o como un juego más que una vez terminado no sobrevivirá más que como una satisfacción que será sustituida por otras cuando nuestro espíritu creativo nos vuelva a pedir que lo pongamos en marcha. A los niños, dice Austin en su libro, les tiene sin cuidado si los dibujos que hacen acaban en el periódico mural, en el archivo histórico de sus papás o en el cesto de la basura. Hacen porque quieren, lo demás es insignificante.

Concibe el arte como un juego sin posibilidad de victoria. O más bien, como un juego sin rival que vencer. No asumas tu proceso creativo como si fuera un partido de fútbol, porque entonces le pondrás cara y nombre a tu contrincante. Estarás pensando en el resultado. Ganarle a otro, ser como otro, burlarte del otro, enfrentarte al otro. Velo como un juego en el que tú creces por el simple hecho de hacer uso de lo que sabes, de lo que imaginas y de lo que ignoras para convertir una idea en realidad. Piensa otra vez en los niños. En cuántas veces te tocó ver a un compañero entreteniéndose con una bola de papel o improvisando un juego. Piensa en cuántas veces te sumaste a ese juego sin reglas. A ese entretenimiento anárquico de uno que te llevó a jugar porque te parecía una buena idea en ese momento y lugar. Piensa en cuántas veces lograste que se sumarán a jugar lo que proponías. Piensa que ya desde entonces inspirabas a otros a crear. No a partir de la obsesión por el resultado, solo por amor al proceso.

Sobre mí:

Pueden escribirme a maca@storybaker.co para cualquier comentario, petición de consultoría, invitación o simplemente enviar un saludo. O síganme en Instagram, donde publico extractos, sugerencias y recomendaciones para incentivar las ganas de crear. También los invito a suscribirse a The Muffin, newsletter especializado en la industria digital que publico cada domingo, a escuchar The Coffee, podcast en que cada semana platico con grandes creadores de contenido, y a visitar storybaker.co, un medio de medios que es la piedra angular de todos mis proyectos de storytelling.

Sign up to discover human stories that deepen your understanding of the world.

Free

Distraction-free reading. No ads.

Organize your knowledge with lists and highlights.

Tell your story. Find your audience.

Membership

Read member-only stories

Support writers you read most

Earn money for your writing

Listen to audio narrations

Read offline with the Medium app

--

--

Mauricio Cabrera
Mauricio Cabrera

Written by Mauricio Cabrera

Storyteller, escritor, conferencista y analista de nuevos medios. Hago un newsletter sobre marketing y medios. Tengo mi propio podcast.

No responses yet

Write a response