Uno más uno no siempre es dos

Mauricio Cabrera
3 min readJul 23, 2019

--

No hagas más para los mismos. No cuando no lo necesitas. Más puede ser menos si llevas tu producto a la canibalización. A que dos ideas tuyas se interpongan a grado tal que tengas que hacer más trabajo por el mismo ingreso. Si lo ves bajo un argumento matemático se escucha lógico: la suma de dos ideas vale más que una. El problema es cuando esas nuevas ideas nacen o condenadas a ser parte de un dos por uno o a sustituir a la anterior.

En digital ocurre mucho. Pasó con la llegada del branded content. En la teoría, ese recurso se sumó a la posibilidad de generar ingresos a través de display. En la práctica, los anunciantes se acostumbraron a exigir más a cambio de mantener o incluso reducir el presupuesto que invertían. Si antes los medios recibían 50 mil pesos por una campaña de banners, que en términos fríos representaba un costo de producción cercano a cero, ahora tienen que producir piezas de contenido y bonificar display a cambio del mismo presupuesto. Uno más uno no fue dos, fue menos que uno.

La vida también se enfrenta a esa trampa. Nuestras pasiones llegan a ser tan grandes que pensamos en cómo hacer más con ella sin que por fuerza represente una nueva avenida para en verdad subirnos a un ascensor que nos permita acelerar nuestra llegada al objetivo que nos hemos trazado. Ver más futbol para alguien que ha visto dos mil partidos a lo largo de su vida no representará tanto valor como estudiar una maestría en administración de empresas, o estudiar para ser árbitro, o inscribirnos a una escuela para aprender a narrar partidos. Hacer 5 mil pasteles de chocolate y pretender seguir haciéndolos sin alteración alguna representará menos valor que encontrar un nuevo sabor o una forma distinta de presentar o preparar el chocolate. En este caso, la diferencia tendría que ser tan grande como para que llegaran nuevos consumidores o para que el usuario estuviera dispuesto a pagar más o a comprar dos productos en vez de uno. Si no, estarías atentando contra tu negocio.

Dos ideas relacionadas sin su debida separación pueden anularse mutuamente. Cuando crees, no olvides el ticket promedio de tu cliente. Garantiza que cualquier servicio agregado o idea adicional que desarrolles se convierta en un producto en sí mismo, expuesto lo menos posible a ser incluido como parte de una bonificación y con un diferenciador que haga sencillo comprender por qué no debería ser colocado en la misma bolsa que servicios preexistentes. Haz que la suma de las partes entregue un mejor resultado, nunca uno menor.

Pon al usuario en el centro. Al que te consume, que puede o no ser el que te paga, y al anunciante, para el que tu producto es un conducto de valor al comunicar un mensaje. Si no queda clara la utilidad para los dos o cuando menos para alguno de los dos, entonces mira hacia otro lado. Debe ser un valor funcional, que resuelva una necesidad o una oportunidad que no cubrías hasta entonces. Si apuestas por un nuevo producto, empaquétalo de tal modo que sea diferente y único para que no nazca condenado a vivir como un derivado dependiente de lo ya hecho.

Si lo tuyo es el crecimiento personal, piensa que en un videojuego hay items que te dan dos puntos, otros que te dan tres, otros cinco e incluso algunos que te hacen daño o que te matan. Ahí también más puede significar menos. Haz de la diversificación tu especialidad. No confundas especialización con estancamiento . Piensa que lo más difícil es lo que más avance suele representar. Si duele, puede valer la pena. Si no, es bastante probable que sea porque estás haciendo lo mismo de siempre. Y ya lo sabes, haciendo lo mismo de siempre será difícil que la vida te sorprenda. O peor aún, que tú sorprendas a la vida. Haz más. Siempre más. Y que sea igual al resultado que esperas.

--

--

Mauricio Cabrera
Mauricio Cabrera

Written by Mauricio Cabrera

Storyteller, escritor, conferencista y analista de nuevos medios. Hago un newsletter sobre marketing y medios. Tengo mi propio podcast.

No responses yet